viernes, 19 de septiembre de 2008

CARTOGRAFÍA SENTIMENTAL. Por Suely Rolnik

("Cartografía Sentimental: transformações contemporâneas do desejo" , Estaçao Liberdade, Sao Paulo 1989. Traducción de Andrea Alvarez Contreras. Supervisión conceptual: Dr. Hernán Kesselman.)
CARTOGRAFÍA: UNA DEFINICIÓN PROVISORIA
( Capítulo VII)


Para los geógrafos, la cartografía -a diferencia del mapa, que es una representación de un todo estático- es un diseño que acompaña y se hace al mismo tiempo que los movimientos de transformación del paisaje. L
os paisajes psicosociales son también cartografiables. La cartografía, en este caso, acompaña y se hace mientras se desintegran ciertos mundos -su pérdida de sentido- y la formación de otros: mundos, que se crean para expresar afectos contemporáneos, en relación a los cuales los universos vigentes se tornan obsoletos.

Siendo tarea del cartógrafo dar voz a los afectos que piden pasajes, de él se espera básicamente que esté involucrado en las intensidades de su tiempo y que atento a los lenguajes que encuentra, devore aquellos elementos que le parezcan posibles para la composición de las cartografías que se hacen necesarias.

EL CARTÓGRAFO

El cartógrafo es, ante todo, un antropófago

La práctica de un cartógrafo aborda fundamentalmente las estrategias de las formaciones del deseo en el campo social.

Poco importa qué sectores de la vida social toma él como objeto. Importa que esté atento a las estrategias del deseo en cualquier fenómeno de la existencia humana que se propone investigar: desde los movimientos sociales -formalizados o no- a las mutaciones de la sensibilidad colectiva, la violencia, la delincuencia, etc... hasta los fantasmas inconscientes y los cuadros clínicos de individuos, grupos y masas -institucionalizados o no.

Del mismo modo, poco importan las referencias teóricas del cartógrafo. Lo que importa es que para él teoría es siempre cartografía, siendo así, ella se hace conjuntamente con los paisajes cuya formación él acompaña (inclusive, la teoría aquí presentada, naturalmente). Para ello, el cartógrafo absorbe elementos de cualquier procedencia. No posee el más mínimo racismo de frecuencia, lenguaje o estilos. Todo aquello que dé voz a los movimientos del deseo, todo aquello que sirva para acuñar materias de expresión y crear sentido, para él es bienvenido. Todas las entradas son buenas siempre que las salidas sean múltiples.

Por eso el cartógrafo se nutre de las más variadas fuentes, no sólo escritas y teóricas, también sus operadores conceptuales pueden surgir de un film, de una conversación o de un tratado de filosofía. El cartógrafo es un verdadero antropófago: vive de expropiar, se apropia, devora y desova.

Siempre está buscando elementos/alimentos para componer sus cartografías. El criterio de sus elecciones es: descubrir qué materias de expresión -mezcladas con otras-, qué composiciones de lenguaje favorecen el pasaje de las intensidades que recorren su cuerpo en el encuentros con los otros cuerpos que pretende entender. Para el cartógrafo "entender" nada tiene que ver con explicar y, muchos menos, con revelar. Para él no hay nada arriba (cielos de la trascendencia) ni abajo (brumas de la esencia). Lo que hay arriba, abajo y por todos lados, son intensidades buscando expresión. Lo que él quiere es bucear en la geografía de los afectos y, al mismo tiempo, inventar puentes para hacer su travesía: puentes de lenguaje.

Es notorio que, para el cartógrafo, el lenguaje no es un vehículo de mensajes y salvación. Es en sí mismo creación de mundos. Alfombra mágica. Vehículo que promueve la transición hacia otros mundos, nuevas formas de historia. Incluso, hasta podemos decir que: en la práctica del cartógrafo, se integran Historia y Geografía.

Eso nos permite hacer dos observaciones más: para el cartógrafo el problema no es el de lo falso vs. lo verdadero, ni el de lo teórico vs. lo empírico, pero sí el de lo vital vs. lo destructivo, el de lo activo vs. lo reactivo. Lo que él quiere es participar, embarcarse en la constitución de territorios existenciales, constitución de realidad.

Implícitamente es obvio que, por lo menos en sus momentos más felices, él no le teme al movimiento. Deja que su cuerpo vibre en todas las frecuencias posible, inventando posiciones a partir de las cuales esas vibraciones encuentren sonidos, canales de pasaje para la existencialización. El acepta la vida y se entrega de cuerpo y palabra.

Restaría saber cuáles son los procedimientos del cartógrafo. Por ahora, estos poco importan pues él sabe que debe "inventarlos" en función de aquello que le pide el contexto en el que se encuentra. Por eso, él no sigue ningún tipo de protocolo normativo. Por lo tanto, lo que define el perfil del cartógrafo es, exclusivamente, un tipo de sensibilidad, que él se propone hacer prevalecer -en la medida de lo posible- en su trabajo. El siempre procura ser una "noviecita-que-cuando-fracasa-despega". Lo que él quiere -siempre que sea posible- es: ubicarse en las adyacencias de las mutaciones de las cartografías, posición que le permite elegir el carácter finito ilimitado del proceso de producción de realidad que es el deseo. Para que ello sea posible, él utiliza un "compuesto híbrido" conformado por su ojo, claro está, pero también -y simultáneamente- por su cuerpo vibrátil, ya que lo que él quiere es aprehender el movimiento que surge de la tensión fecunda entre flujo y representación: flujo de intensidades escapando del plano de organización de territorios, desorientando sus cartografías, desestabilizando sus representaciones y al mismo tiempo, representaciones agotando el flujo, canalizando las intensidades, dándoles sentido. Es que el cartógrafo sabe que no tiene orden. Ese desafío permanente es el motor mismo de la creación de sentido.

Desafío necesario -y, de cualquier modo, insuperable- de la coexistencia vigilante entre macro y micropolítica, complementarias e indisociables en la producción de realidad psicosocial. El sabe que son innumerables las estrategias de esa coexistencia (pacífica, sólo en momentos breves y fugaces de creación de sentido) como innumerables son los mundos que cada una engendra.

Dado que no es posible definir su método (ni en el sentido de referencia teórica, ni en el de procedimiento técnico) sólo su sensibilidad, podemos averiguar: qué clase de equipaje lleva el cartógrafo cuando sale al campo.

Manual del cartógrafo

Es muy sencillo lo que él lleva en su bolso: un criterio, un principio, una regla y un breve itinerario de preocupaciones (cada cartógrafo lo va definiendo y redefiniendo para sí, constantemente).

El criterio de valoración del cartógrafo, ya lo conocés: es el grado de intimidad que cada uno se permite, en cada momento, con el carácter finito ilimitado que el deseo imprime en la condición deseante y sus miedos. Es el valor que le da a cada uno de los tres movimientos del deseo. En otras palabras, el criterio del cartógrafo es, fundamentalmente, el grado de apertura para la vida que cada uno se permite en cada momento. Su criterio presupone su principio.

El principio del cartógrafo es extramoral: la expansión de la vida es su parámetro básico y exclusivo, y nunca una cartografía cualquiera tomada como mapa. Lo que a él le interesa en las situaciones con las cuales se enfrenta es cuánto la vida está encontrando canales de realización.

Se puede hasta decir que su principio es un antiprincipio. Un principio que lo obliga a estar siempre cambiando de principios. Es que tanto su criterio como su principio son vitales y no morales. ¿Y su regla? El sólo tiene una: es una especie de "regla de oro". La cual le da elasticidad a su criterio y a su principio: el cartógrafo sabe que es siempre en nombre de la vida y de su defensa que se inventan estrategias.

El jamás olvida que hay un límite de lo que se soporta en cada momento, la intimidad con el finito ilimitado, base de su criterio: un límite de tolerancia para la desorientación y la reorientación de los afectos, una "entrada a la desterritorialización".

El siempre valora, cuánto de las defensas que se están usando sirve o no para proteger la vida.

Podríamos llamarlo su instrumento de valoración del "umbral de desengaño posible" en la medida en que, finalmente aquí, se trata de valorar cuánto se soporta -en cada situación- el desengaño de las máscaras que nos están constituyendo, su pérdida de sentido, nuestra desilusión. Cuánto se soporta el desengaño, de manera de liberar los afectos recién-surgidos para investir otras materias de expresión y con eso, permitir que se creen nuevas máscaras, nuevos sentidos. O, por el contrario, de cuánto se está privando por no soportar ese proceso. Claro está que, este tipo de valoración nada tiene que ver con cálculos matemáticos, padrones o medidas sino más bien con aquello que el cuerpo vibrátil capta en el aire: una especie de feeling que varía completamente en función de la singularidad de cada situación, incluso del límite de tolerancia del propio cuerpo vibrátil que está valorando, en relación a la situación que está siendo evaluada. Entonces, la regla del cartógrafo es muy simple: es, nunca dejar de considerar ese "umbral".

Regla de prudencia. Regla de delicadeza para con la vida. Regla que agiliza pero no atenúa su principio: esa regla le permite discriminar los grados de peligro y de potencia, funcionando como alerta en los momentos necesarios. Es que, a partir de cierto límite -que el cuerpo vibrátil reconoce muy bien- la reactividad de las fuerzas deja de ser reconversible en actividad y comienza a actuar en el sentido de la pura destrucción de sí mismo y/o del otro: cuando esto acontece, el cartógrafo, en nombre de la vida, puede y debe ser absolutamente despiadado.

Al poseer estas informaciones, intentaremos definir mejor la práctica del cartógrafo. Afirmábamos que aborda, fundamentalmente, las estrategias de las formaciones del deseo en el campo social. Ahora, podemos decir que ella es en sí misma, un espacio de ejercicio activo de tales estrategias. Espacio de emergencia de intensidades sin nombre, espacio de incubación de nuevas sensibilidades y de nuevas palabras a lo largo del tiempo.

Desde esta perspectiva el análisis del deseo, en última instancia, habla acerca de la elección de cómo vivir, de la elección de los criterios con los cuales lo social se inventa, lo real social. En otras palabras, habla acerca de la elección de nuevos mundos, sociedades nuevas. La práctica del cartógrafo es, aquí, inmediatamente política.

jueves, 14 de agosto de 2008

Caso Margarita

Ver nota en: http://www.pagina12.com.ar/diario/psicologia/9-76601-2006-11-23.html
Página/12 Web Buenos Aires, Argentina - Psicología Jueves, 23 de Noviembre de 2006

EL TRABAJO DE LAS REDES SOCIALES

Quién cuidó a los hijos de Margarita

Cuando Margarita murió de sida, sus chicos, hijos de distintos padres, quedaron solos. Los médicos, los trabajadores, la municipalidad ya habían hecho “lo humanamente posible” y sólo quedaba derivarlos a instituciones. Pero tres vecinas se hicieron presentes: “Queremos seguir ayudándolos”. A partir de ese acto se constituyó la red que sostuvo a esos niños. La autora cuenta esta historia como ejemplo de acción de las “redes sociales”, cuya visualización “puede extraviarse si el trabajo no se centra adecuadamente”.
Por Elina Dabas *

Mediados de 2002. Una provincia argentina mediterránea. Un pueblo al pie de montañas que, con tres mil metros de altura, lo separan de la capital provincial. Tiene unos 7500 habitantes y en épocas turísticas su población se triplica. La ciudad cabecera administrativa y jurídica está a sesenta kilómetros. La primera vez que escuché esta historia fue en un taller que coordiné sobre redes sociales, organizado por la municipalidad del pueblo. Se trataba de Margarita, de 34 años, que hacía una semana había muerto de sida.
Había dejado cuatro hijos: los dos mayores, hijos de una primera pareja, eran un varón y una niña de 13 y 11 años; desde hacía más de cinco años se desconocía el paradero de su padre. Los otros dos, también varón y niña, de una segunda unión, tenían 8 y 5 años y su padre trabajaba desde hacía tres años como peón en una finca, a 300 kilómetros del lugar; vivía en una barraca con otros peones y sólo tenía un día franco mensual, que dedicaba, aunque no todos los meses, a visitar a su mujer y a sus hijos.
Margarita se había ido de su casa materna veinte años atrás. Respecto de su madre, ella había relatado que la relación siempre había sido conflictiva y distante. Se desconocía dónde vivía, quizás en Uruguay, en el campo. Nadie sabía si tenía otros hermanos y su padre era desconocido por ella misma.
Al fallecer Margarita hacía una semana, el padre de los más pequeños manifestó la imposibilidad de hacerse cargo de sus hijos, dadas sus condiciones laborales y de vivienda; nada podía hacer, “Dios ha querido que así sean las cosas”. Al de los mayores no se lo podía encontrar. Esto planteaba al momento una única salida: internar a los chicos en una institución. En el relato, en el taller, había una desazón, una incomodidad: pregunté cuál era la preocupación y los participantes comenzaron a hablar.
Margarita había sido “el caso” de esa comunidad. Diferentes participantes en el taller contaron sus perspectivas. Dos trabajadores sociales del municipio relataron cómo se habían ocupado de ella y sus niños desde al menos tres años atrás, cuando los médicos del hospital detectaron el VIH, enmarcado en la precaria situación económica de esa mujer prácticamente sola a cargo de cuatro hijos. Su pareja había planteado que no podía ayudar, salvo con “algún pesito” de tanto en tanto. Sabiendo lo difícil que resultaría el proceso, habían armado una red. El área social del municipio, en especial a través de dos trabajadoras sociales, proveía alimentos, ropa, colchones, mobiliario y tramitaba subsidios económicos. El sector salud, cuyo referente más claro era la jefa de pediatría, se ocupaba del seguimiento de ella y de los niños, en articulación con el infectólogo y la ginecóloga; también tramitaba la provisión de medicamentos, a través del farmacéutico. La escuela, a través de la directora, acompañaba el proceso de aprendizaje, como el periódico local y la radio, que difundían la necesidad de ayuda solidaria, sobre todo cuando era necesario recaudar dinero para obtener la costosa medicación.
Así, ante la muerte de Margarita, todos ellos tenían el sentimiento de “haber hecho lo humanamente posible”. Pero durante el velatorio, que tuvo lugar en la municipalidad, sucedió algo que los sorprendió: tres vecinas de Margarita se acercaron a hablar con los funcionarios municipales para plantear que ellas se podían hacer cargo de los niños. Cuando una de las trabajadoras sociales y la médica les preguntaron por qué proponían eso, contestaron: “Con todo lo que hicimos por Margarita y sus hijos, queremos seguir ayudándolos”.
“¿Cómo que ustedes ayudaron? Fuimos nosotros los que nos ocupamos.”
“Sí, ustedes se ocuparon, pero ¿quién cuidaba a los chicos cuando Margarita salía a trabajar de noche? ¿Y los fines de semana? ¿Quién cocinaba la comida que le mandaban y lavaba la ropa cuando ella estaba enferma en cama? Dos de nuestros hijos ayudaban a los chicos con los deberes escolares, los ayudaban a preparar sus útiles, y muchas veces jugaban con ellos. El mayor mío le enseñó a J. a andar a caballo.”
Contaron que, cuando se comunicaron con la defensora de menores, ésta se entusiasmó con la propuesta y reaccionó en forma decidida: “Es importante que los chicos no pierdan el contacto con el barrio, con sus compañeros de escuela, con sus pertenencias”, dijo. Pero la defensora planteó que hacía falta la firma de los padres para otorgar la guarda provisoria mientras se decidía qué camino seguir.
Un gran obstáculo: se desconocía el paradero del padre de los más grandes.
Por lo menos eso era lo que se creía. Una de las vecinas comentó que su hermano, camionero, lo había visto trabajando en un establecimiento de campo, “allá, detrás de las montañas”. Agregó que el hermano tenía la posibilidad de hablar con él y convencerlo para que viniera y que, si no, ella conocía a un comisario “que lo va a traer sea como sea”.
Dos meses después, volví a tomar contacto con los miembros de ese colectivo, por solicitud de ellos. El padre de los niños más grandes vino por su propia voluntad; una carta de la defensora de menores le había permitido obtener permiso en su trabajo. Aún más, quedó establecido un régimen de visitas cada tres meses, que era la posibilidad laboral y económica del padre. También se estableció un sistema similar con el padre de los más pequeños, pero con una mayor frecuencia. Los cuatro chicos estaban viviendo en la casa de una de las vecinas, continuaban asistiendo a la misma escuela, eran atendidos por la misma pediatra y se incluyeron entrevistas psicológicas con una profesional del hospital.
Diez meses después, la situación había avanzado desde el punto de vista jurídico, al punto de que este caso está sentando jurisprudencia.
Por otro lado, en una notable articulación, las vecinas, ambos padres, la defensora de menores, las trabajadoras sociales y otros actores están trabajando en el rastreo de familiares de los niños, para promover la posibilidad de contacto, actuales o a futuro. Resulta altamente significativo que ambos padres también tengan un profundo distanciamiento respecto de sus familias de origen, ignorando dónde viven o si están vivos. La recuperación de la historia de los niños hace también a la recuperación de sus propias historias y a la reconstrucción de la trama vincular. Asimismo, es notable cómo ha mejorado la percepción que los diversos actores tienen de sí mismos. Como diría Ross Speck, es la vivencia del “efecto de red”, esa fuerza que surge cuando un colectivo se une para co-operar.
“Distraer esfuerzos”
La familia, considerada como la organización social básica y primigenia de la estructura social, se refiere a un grupo de personas nucleadas por relaciones de parentesco, con predominio de la naturaleza biológica, alrededor de la forma monogámica y heterosexual. Se desconoce o se olvida que este modo de pensar la familia tuvo su origen en el Código Napoleónico, promulgado en 1804; una razón de su instauración fue asegurar la herencia y la propiedad sobre la tierra. Esta concepción ha llevado a concebir un tipo particular de familia como la forma natural, y también se percibe como natural que deba hacerse cargo del sostén de los más jóvenes.
Bajo esta presión concentrada, muchas veces las familias resultan débiles, sobre todo aquellas insertas en contextos desfavorables. Esto se hace aún más difícil cuando la organización familiar no responde al modelo socialmente prefijado. Se plantean entonces dos cuestiones. a) Las configuraciones familiares diversas a la legitimada como “natural” son aún concebidas como extrañas y padecen exclusión social: por ejemplo, algunos programas sociales recomiendan no distraer esfuerzos presupuestarios en la ayuda a madres solas, con hijos de diversas parejas y, fundamentalmente, pobres; se inclinan por la institucionalización o adopción de estos niños y niñas. b) Los vínculos afectivos que no son reconocidos como relaciones de parentesco no resultan confiables, aun cuando contribuyan al desarrollo y sostén de las personas.
Desde esta perspectiva, en el campo de la salud familiar y comunitaria, venimos investigando sobre estrategias de trabajo desde el enfoque de las redes sociales, tanto con diversas poblaciones como en la formación de profesionales del sistema de salud.
Denominamos “estrategias para promover ligadura” a estas que tienden a fortalecer el lazo social y a generar condiciones que posibiliten una auténtica restitución comunitaria. La noción de restitución comunitaria implica un acto político: investir la comunidad de la capacidad de sostén, activación, desarrollo, potenciación y resolución de problemas. Esta perspectiva reconoce el valor vital de la dinámica vincular autoorganizada y autoorganizante, y valora especialmente el “hacer”, “resolver” y “crear” que ejercen personas sin cargos ni títulos profesionales, trascendiendo los límites institucionales para admitir que la producción de subjetividad y las posibilidades de transformación se dan en y desde todo el terreno social.
Considerada la ineficacia de numerosas mediaciones institucionales, estas estrategias procuran evitar la institucionalización de niños y niñas, cuyos problemas pueden resolverse con el apoyo a aquellos que sostienen su crianza. Al mismo tiempo, reconocen la transferencia de funciones básicas a sujetos sociales no claramente percibidos por el sistema dominante, pero que desempeñan una función esencial en la vida de las personas.
Desde esta perspectiva, la mirada no está puesta sólo en relaciones prefijadas biológica o jurídicamente, sino que prevalecen los vínculos forjados en un momento histórico y en un contexto determinados, a través de territorios móviles, de múltiples interacciones y del reconocimiento de diversidad de saberes y voces.
Fluir del río
El camino a la visualización de las redes sociales puede extraviarse cuando el foco de trabajo se centra sobre la violencia, la pobreza criminal, la ruptura del lazo social. La posibilidad de tornar visibles las redes se asienta en que éstas preexisten a nuestra llegada, son previas a nuestra intervención, ya que constituyen la trama que entreteje la vida.
La red social implica un proceso de transformación permanente, tanto singular como colectivo, que acontece en múltiples espacios y (a)sincrónicamente. Podemos pensarla como un sistema abierto, multicéntrico y heterárquico, en interacción permanente. El intercambio dinámico y diverso entre los actores de un colectivo –familia, equipo de trabajo, barrio, organizaciones como el hospital, la escuela, el centro comunitario– y con integrantes de otros colectivos, permite potenciar los recursos y crear alternativas novedosas. Cada miembro del colectivo se enriquece a través de las múltiples relaciones que cada uno de los otros desarrolla, los aprendizajes se optimizan al compartirse socialmente.
En tanto, la perspectiva de red nos propone la concepción de un mundo construido por todos, nos coloca en situaciones de responsabilidad compartida. El mundo no es tal como nos ha sido dado, sino que lo construimos entre todos. Esto nos enfrenta al desafío de pasar de las decisiones por mayoría a la generación de consenso; de las estrategias de intervención a estrategias co-operativas que promuevan ligaduras; del orden preestablecido a una organización coordinada.
Esta perspectiva se sustenta en un cambio en los valores. La modernidad planteaba el predominio de la expansión, la competición y la dominación, en un mundo signado por las conquistas y colonizaciones de las diversas culturas bajo la tutela de la que era considerada “verdadera”. Nuestro andar nos acerca al predominio de la conservación, no sólo en cuanto a la ecología ambiental, sino en la recuperación y desarrollo de lo producido en la diversidad, promoviendo cooperación y asociación como formas de potenciar el lazo social.
Es así como el trabajo con enfoque de red nos coloca en la difícil posición de intervenir en el fluir de un río siendo conscientes del riesgo de interrumpir su caudal.
* Extractado del libro Viviendo redes. Experiencias y estrategias para fortalecer la trama social (ed. Ciccus).

Una cartografía de voces y objetos
Por E. D.

Hay lógicas que obturan el flujo dinámico de las redes. Entre otras, son:
- Las de los sectores: salud, educación, acción social, que tienden a separar las necesidades e intereses de los miembros de las comunidades.
- Las de los programas, que bajan sobre las poblaciones cuadriculándolas e ignorando los vínculos previos establecidos.
- Las de las disciplinas, que dividen a las personas según las incumbencias que los títulos otorgan.
- Las de las jurisdicciones, cuyas fronteras arbitrarias desconocen las huellas y senderos que diariamente se abren.
En cambio, al cartografiar el territorio en la medida en que se lo recorre, incluyendo las múltiples voces y objetos que adquieran relevancia, se construye un escenario. Escenario es el lugar donde acontece un suceso. La construcción de un escenario responde a la observación de que, dada la imposibilidad de saber cómo se desarrollará el futuro, una buena estrategia es la que convenga a varios futuros posibles. De este modo podemos conformar diversos escenarios, según actores, narrativas, problemas. Estos escenarios de referencia son básicamente historias acerca del futuro: cada una de ellas enmarca un mundo posible en el que quizás algún día tengamos que vivir.
En la construcción de escenarios de referencia no se trata de predecir eventos futuros sino de discernir fuerzas que posibilitan movimientos en diferentes direcciones; hacer visibles estas fuerzas para poder reconocerlas en el caso de que aparezcan. Se trata de ayudar a tomar mejores decisiones hoy.

domingo, 13 de abril de 2008

"El concepto, los afectos y los perceptos. Del dar clases al laboratorio de investigación"

Desgrabación clase. Encuentro del 1-09-05:

Patricia Real: Este nombre largo, de la propuesta de Seminario tiene la intención de describir, parece obvio, la intención fue intentar transmitir lo más telegráficamente posible aquella multiplicidad de elementos y contenidos que vamos a intentar que atraviesen esta práctica que también va a ser una práctica teórica. Entonces, el Seminario nuestro, es ¿Cómo construir prácticas de Red en el campo de los servicios psi y sociales? Investigación cualitativa, Estudios de casos y rizomática.

Vamos a empezar con algunas cuestiones administrativas que sería nuestra tercer región de la meseta de hoy, que se refiere a su calidad de Seminario electivo de pregrado. En realidad lo que vamos a intentar hacer hoy, es que en ese lugar en ese espacio, que sería el Seminario electivo de pregrado de esta Facultad, nos atraviese algo de las “Conversaciones” con Gilles Deleuze (Nota libro), vamos a tratar de conversar, de dialogar.

Por un lado, esta la cuestión de conocer que recorrido han tenido ustedes de lectura, o de inquietudes con relación a esta temática, y qué y cómo han navegado en esas temáticas. Ya iremos acomodándonos. Digo, en el sentido, de que en cada encuentro que tengamos vamos a ir viendo textos, o alguna parte de algún texto en especial, pero también voy a tratar recomendarles otras lecturas conexas. ¿Para qué?, para que el que a lo mejor tenga más tiempo pueda hacer un avance en la lectura, o por ahí nos surja un paro no programado o alguna otra cuestión, y así se pueda igualmente avanzar en este campo, que es más que inmenso, más que infinito, es decir, ¿cómo podemos enriquecer todo este trabajo y toda esta lectura?

Del “dar clases” al “Laboratorio de investigación”

Estas son algunas de las preguntas que me daba en este metié que me trae acá y que es el de “dar clases”. Pensando en nuestro primer encuentro, lo primero que me aparece es “dar clases”. Que va a ser en nuestro encuentro de hoy otra de las regiones de nuestra meseta, y que lo vamos a poner en cualquier lado (escribe en el pizarrón) lo vamos a poner acá. Doy clases, ¿Doy clases? Doy clases desde, me puse a pensar en mi recorrido, pues tengo que intentar transmitirles un poco desde dónde esta docente va a hablar de estos autores, va a intentar ofrecerles una mano para decirles “mirá, yo por allá pesqué algo sobre ese tema que vos estás preguntando; ¿porqué no vas y... lo vemos juntos? etc. Doy clases desde que tengo 15 años, ... hace ya como 30 años. Todas estas preguntas me han surgido siempre ante un nuevo encuentro con estudiantes, por más que hay algunas caras conocidas, también un nuevo encuentro con personas que no nos conocemos, por ahora. Y dije bueno, “dar clases”, tengo que ver lo que sé y mi objetivo, y digo hay no, porque yo no sé nada. En lo que he podido incursionar ha sido por necesidad de trabajo. Ante esta necesidad he tenido que ir al medio científico, al medio filosófico, a ver qué herramientas encuentro. Y ahí me pongo a investigar. Leí en una oportunidad a Deleuze y Guattari. Empecé a ver si esas herramientas funcionaban en lo que estaba haciendo. Al leer Deleuze y Guattari, de ahí me llevó a las citas de Spinoza, y fui a ver a Spinoza, y de ahí a Bergson y de ahí a Hume, de ahí a Nietzsche, y de ahí a ahí... Siempre con relación al trabajo, al quehacer. Después pensé en que cuestiones he trabajado y recordé, por ejemplo, en una oportunidad trabaje con relación a movimientos sociales e instituciones con relación a lo que es el plano de la Ecología. Trabajaba con una caja de herramientas para ese campo en especial, que es el campo de la ecología, y así apareció la visión de Guattari con lo que es “Las Tres Ecologías”, y armamos una Red que se llamó “Red Ecosófica” y una Red Latinoamericana, y un grupo en Rosario y editamos una Revista... Esto fue del 92’ al 95’.

Me preguntaba cómo cada una de estas líneas, de estos bloques de trabajo, me han surgido necesidades y tuve que ir a ver lecturas y ver si esas lecturas funcionaban en la realidad. En otro momento fueron los jóvenes, trabajé mucho en el movimiento de los jóvenes, desde el año 74’ hasta que ingresé en la Universidad. En aquel entonces había una cierta prohibición en el trabajo social, estamos hablando del año 78’, que empieza el proceso militar hasta que termina, en todo ese período. En aquel entonces me definía como atea, no religiosa, pero hacia deportes en la asociación cristiana de jóvenes, y me invitaron a participar y había una escuelita, se llamaba Escuelita de Colaboradores Voluntarios, lo hice, durante dos años, teníamos profesores que daban clases en la Universidad... Sociología, Hilda Habichayn, Antropología, Clara Passafari, con cada uno hacíamos trabajos prácticos, eran trabajos sociales. Trabajamos en la isla con los criadores de nutrias para conformar cooperativas, después trabaje tres años en una “villa de chicos huérfanos” (OPROME) y tratábamos de insertarlos al barrio, a la comunidad.

Después trabaje en lo que hace al movimiento de los trabajadores. Siempre en todos estos grandes bloques, campos en los cuales me metía a incursionar, siempre estaba presente la problematización de las instituciones, en el sentido de que todas, por un lado tenían que ver con mi fase laboral, trabajaba. Por el otro lado, en la Asociación cristiana de jóvenes, empecé a trabajar, hacia prácticas con jóvenes y con niños.

Con el movimiento de los trabajadores me relaciono cuando termino la Facultad en el año 83’. Termina el proceso militar y termino esta Facultad. Ingreso como Becaria de investigación científica en el Conicet, la temática allí era Educación y Trabajo. A su vez en esa época estaba haciendo la Residencia Clínica. Estaba prohibido el Psicoanálisis, entonces teníamos que estudiar Santo Tomas de Aquino, Quiles, etc, y también literatos muy interesantes como Agustín. Pero buscábamos modelos alternativos, hacíamos grupos de estudio clandestinos con psicoanalistas. En la Residencia Clínica que en aquel entonces era de postgrado, había que estar recibido. No me gustaba el trabajo hospitalario, tenía la sensación de que me enfermaba, entonces elegí el Hospital de Villa Gobernador Gálvez, si bien me quedaba muy a trasmano, pero la propuesta de trabajo ahí era de ir a dispensarios, satélites que tenía el hospital, me pareció algo interesante, algo nuevo, mucho que aportar, me destinaron el dispensario de Pueblo Nuevo, lindante a Villa Gobernador Gálvez. Tenía dos casitas por cuadra, bastante despoblado, de gente humilde trabajadora, más que nada albañiles o gente con oficios. Ahora Pueblo Nuevo es una casa al lado de la otra. Empiezo mi práctica clínica, ya recibidos podíamos tener pacientes, pero como éramos practicantes, nos destinaban como cuestión “sencilla” a los niños (risas). Era una dispensario nuevo, se hacía alguna práctica de enfermería, iba un médico o un ginecólogo cada tanto. No iban pacientes para el Servicio de Psicología, no había demanda de pacientes. Entonces empecé a trabajar con las instituciones del medio, a decirles que esto era nuevo y que podían contar con nosotros. Mi práctica la veía desde el Psicoanálisis. Y además del Psicoanálisis, me sirvió muchísimo todo esto que había hecho de jovenzuela en la asociación cristiana de jóvenes. Para nosotros era entre comillas “una pavada” hacer una animación barrial. Empezamos así, bastante sencillo, teniendo en cuenta que había problemáticas serias. Empezaron a venir los pacientes, siempre estaba la cuestión de enriquecer la práctica buscando los lugares para una reflexión acerca de la clínica. Con mis compañeros de residencia, participamos de encuentros con otros psicólogos, compartiendo nuestros trabajos... En una oportunidad voy con mi caso y lo presento a un encuentro importante que hubo de psicoanalistas. En aquel entonces había varias escuelas de psicoanálisis en Rosario, participaban todas. Presento el caso, “Caso Víctor” en el año 1985/6, diciendo toda esta tarea previa que se había hecho de promoción de ese espacio... Lo que tengo grabado es que era un chiquito muy simpático, ocho años tenía, venía con su mamá, muy despierto, medio tímido... La cuestión es que esto se hacia no con el beneplácito del padre del chico que supuestamente era el culpable de los males de la familia, etc. En determinado momento cito al padre, no viene por supuesto, otra vez, y otra vez y nada, el chiquito por ahí faltaba. Por ejemplo estaba chispeando y el padre decía que no vaya porque se iba a resfriar, etc., etc. Me sentía mal, como acotada. En un momento, decido primar, lo que comprendía o sentía, al niño, a Víctor. Llegó al dispensario 8 de la mañana, llovía, iba igual con botas porque había mucho barro, llego y por supuesto Víctor no porque chispeaba. Entonces, me digo voy... si Mahoma no va a la montaña, la montaña va a Mahoma (risas). Me acompañó una enfermera porque no sabía dónde quedaba y las calles no tenían indicación. Llego a la casa de Víctor, ¡hola que tal!, pude charlar con el padre, la madre estaba muy nerviosa por la posible reacción del padre, todo bien, con un ánimo de conversación, de dialogo, de nada más. A partir de ahí, lo tome como dentro del trabajo y cada tanto iba a la casa de Víctor. Los logros, no sé si fue por esto, pero los logros de Víctor realmente fueron notorios. No sólo esto, sino también una cierta transformación del padre y la familia. Me “tiraron tomates, huevos”, “actuaste la demanda”, “cómo vas a salir de cuatro paredes”. Yo era muy jovencita, muy jovencita, tenía 23 o 24 años. Y digo no, no puede ser, ¿qué estamos primando?, ¿qué teoría estamos aplicando ahí? Se los dije. Ahí rompí con el psicoanálisis, mejor dicho rompí con los psicoanalistas, no con el psicoanálisis. Me di cuenta que no era lo mismo, pensé que me iban a ayudar para ayudarlo a Víctor, “ayudar” esa es la palabra, eh?, ayudar, también Víctor me estaba ayudando a mí en la formación.

Me dije necesito otras herramientas, yo creí que era el martillo el que necesitaba pero en realidad era una tenaza, es decir, ¿cómo intervenir? La respuesta era quedarme encerrada, sentada en esta silla, y Víctor mirándome cómo diciendo “las palabras, ¿y las cosas?”.

Fue un momento en que ingresé de lleno, a buscar si bien estuve siempre haciéndolo, criticas a lo que se supone que es adecuado. Me encontré la crítica de los biologicistas y no me satisface. Después la Psicología social, grupo operativo de Pichón Riviere, lo cual me pareció maravilloso, unas herramientas fantásticas, pero para hacer operativos a grupos, pero no me daba respuestas en otro sentido. Así me entero que hay algo llamado Anti-Edipo y me fui al Anti-Edipo. Lo conocí y conversé con Guattari en relación con mi trabajo. En ese momento estaba en investigación científica, estudiando cooperativas, en educación, participando en el movimiento estudiantil cuando era estudiante en el marco del proceso militar y a posteriori como docente de la universidad, hace más de 30 años que estoy acá. Le escribí a Guattari, conseguí la dirección por la Editorial y le comenté... me decían “escribíle en francés” yo no sé escribir en francés, y dije le escribo en castellano, si es verdad que le interesa el Tercer mundo lo va a leer y me contestó la carta, y nos seguimos comunicando, me servía muchísimo para el trabajo. En una oportunidad, el iba a venir a la Argentina, por un encuentro que hubo en el 90’ creo, se llamaba “Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad”, vino también Prigogine, Morin, muchos... me escribió diciendo que iba a estar allí y que si quería nos encontrábamos. Se imaginan que allí estuve, él daba un Seminario, y cuando termino, me acerco y tuve la oportunidad de charlar bastante con él, y le planteé que me había enterado de la perspectiva del Esquizoanálisis y que había ingresado por el Anti-Edipo. Puso cara de desaprobación y me dijo que no es esa la puerta de entrada a esta perspectiva, porque ese texto nace de un proceso que junto con Deleuze hicieron de índole negativo, para destruir todo gran Edipo que ellos encontraran en ellos mismos. Que tenían la necesidad de destruir esos dogmas, esos axiomas, etc, para poder llegar a sentir lo positivo y la construcción de algo diferente y que pueda ser herramienta para luchar contra esto que la práctica de los psicoanalistas o determinados momentos teóricos del psicoanálisis más bien hacía que destruyera su gran potencialidad, me dice. Por lo tanto no es por ahí la vía de entrada. (Comentario de un estudiante, inaudible). No, no (risas). Entonces le dije ¿cual? A ese entonces, cuando yo tuve este dialogo con Guattari, habían pasado muchos años, y había tenido muchas otras lecturas, entonces me contesta, “Introducción, Rizoma”, la primer meseta.

Noe: Una pregunta ¿qué es lo que estas llamando meseta?

Patricia: Que apurada

Noe: No porque ya lo dijiste varias veces... primera, segunda meseta...

Patricia: Rizoma es la primer meseta, esta meseta es (señalando el pizarrón, el aula), una fecha, es un contenido y es un espacio, si quieren pueden anotar (lo escrito en el pizarrón.

Estudiante 1: A mí me ayudo mucho..... esto es tal cual lo que dice, no es otra cosa, es como que no tiene una segunda vuelta, una segunda interpretación, es una meseta.....

Estudiante 2: Yo también hice un Seminario de esquizoanálisis y el Profesor nos dijo que no arranquemos por ahí (Anti-edipo) tuvimos muchos aspectos filosóficos primero....

Patricia: ¿Quién es el Profesor?

Estudiante 2: Aguirre y Ascolani... y fue muy llevadero empezar por los textos filosóficos...

Estudiante 3: Fue como un paralelo, con lo que sería la filosofía que tendría que ver con el psicoanálisis y con la filosofía, que tendría que ver con esto.....

Patricia: Bueno, muy bueno eso de no ingresar por el Anti-Edipo. Si bien la primera vez que me enteré de que existía esto, leyendo un artículo veo el tema de Antipsiquiatría y demás, me enteró de que Alberto Ascolani estaba en estos temas, yo estuve en el año 84’, 86’ en la cátedra de Social III donde Ascolani era titular y me acuerdo que en ese entonces le pregunte por donde podía empezar a introducirme y me recomendó el Anti-Edipo... (risas) le pasó lo mismo que a mí. Bueno volvamos a clase.

Estábamos en el tema de que la necesidad de trabajo hacia que yo vaya incursionando, y dos cuestiones eran las que me encontraba en cada trabajo, por un lado, ¿cómo moverme?, mejor dicho: ¿cómo moverse?, y por otro lado, ¿cómo perforar el muro para dejar de golpearme la cabeza contra la pared? Y la preocupación de cómo ingresar, de cómo introducirme a todo esto, a la rizomática, Rizoma, a todo este modelo, el modelo procesual constructivo, y en el marco de una función docente. Y a su vez, en una función de investigadora científica, porque en estos momentos soy investigadora del Consejo de Investigadores de la Universidad Nacional de Rosario, y para mí la docencia no tiene fin en sí mismo, sino que la veo, la siento y la practico y la practicaré en vinculación a la investigación. Entonces digo, cómo intentar ver y hablar desde una práctica a la cual voy a intentar aplicar un libro, un texto, Rizoma. Por el otro lado, cómo hacer para que entre todos, conjuntamente, nos zambullamos en un caso y podamos intentar desde ese caso, ver cómo funcionan estos conceptos, estas ideas, estos afectos, estas afectaciones, estos preceptos. Hoy en día me encuentro trabajando pues me llaman a participar como asesora profesional, en una Oficina Pública, que es la Oficina Municipal del Consumidor y Usuario de Rosario, para formular, diseñar y apoyar la implementación de un programa de fortalecimiento institucional.

Así ingreso en un campo, por un lado, me aproximé desde un punto de vista que es el de las “Tres Ecologías”, en aquel entonces desde el 92’, 93’ en lo que hace a economía social y había estado participando de una experiencia en Brasil, en Río de Janeiro en un movimiento que se había formado en economía social con las pequeñas tiendas en Río de Janeiro en el cual trabajaban para bajar los costos del consumo, lo que hacían era construir redes de pequeños comercios, donde se anunciaba con un logo que habían hecho, enorme con muchos colores “loja barata” se llamaba, y entonces la gente sabía que ahí contaba con un descuento popular. Por otro lado, en ese momento uno de los problemas que teníamos era la falta de regulación legislativa en todos estos temas ecológicos, y había un movimiento que se había formado con la creación de la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Santa Fe para llevar adelante la aceptación y aprobación de la Ley 10.000 de intereses difusos por la Legislatura provincial. Una ley que ha crecido en su aplicación bastante, inclusive paso a ser un modelo en el cual las otras provincias también empezaron a fomentar. La ley de intereses difusos es una ley que obliga ante las firmas, el aval de 10.000 personas solamente, 10.000 que no es mucho, aludiendo al interés colectivo de algo solicitan su tratamiento legislativo. Supongamos que yo digo, vivo en este barrio, tengo cloacas y las cloacas me están provocando problemas de salud en los nenes, entonces junto 10.000 firmas y la legislatura de la provincia tiene la obligatoriedad de tratarla. En aquel entonces la ley 10.000 debe haber sido aprobada en el 94’ o 95’. También a nivel nacional en 1993 se aprueba la Ley del Consumidor y Usuario (N° 24.240) que rige a esa Oficina Pública, la Oficina Municipal del Consumidor y Usuario. Hacen toda una práctica de mediación en lo que hace a la aplicación de esta Ley. Por el otro lado, estoy haciendo el doctorado en la UBA en la Facultad de Ciencias Sociales, coincide con este tiempo y con esta necesidad de trabajo, y por lo tanto elijo como temática la aplicación del Análisis institucional sobre el campo del usuario y el consumidor. Entonces allí empiezo a trabajar con un detalle de registros, estoy trabajando en varios casos dentro de este plano del consumidor y usuario. Uno de ellos es un grupo de usuarios de banda ancha de Internet. Esta es la propuesta que les hago, la de intentar conectar algo de todo esto a ese caso en particular.

¿Por qué ese caso en particular? Podría haber sido cualquier otro, dentro de ese plano. Porque contiene un corpus, un corpus finito, corpus significa finitud, poner un límite determinado, decir acá tengo estos registros, estos archivos, como para que ustedes puedan meterse a trabajar. Además tendríamos el relato de experiencia, que lo vamos a hacer basado en este caso, en el cual participé junto a Jorgelina Sannazzaro que es compañera de ustedes.

La intención, el proceso que intento proponerles es que construyamos, que se sumen a tratar de transformar este punto (pizarrón) “dar clases”, hagamos de cuenta que este redondel es un puntito, transformarlo en una línea que vaya desde el “dar clases” al “laboratorio de investigación”. Intentaremos partir de este punto, no partir, no vamos a partir ni a llegar, sino, vamos a transforma esto que podría ser un punto “dar clases”, a una línea, generar procesos que hagan que este dar clases se transforme en un laboratorio de investigación. Lo cual debería ser todo así en la Universidad, porque en ella, como yo, nadie sabe nada, sino que todos tenemos que ir a enriquecer, a conectar, en todo caso, las producciones. Panorama sombrío para la Universidad, porque hace de esta línea un punto, lo reduce a un punto, se esta perdiendo la investigación en la universidad.

El Arte, la Ciencia y la Filosofía

En este afán de conversar he extraído del libro “Conversaciones” que les mencioné, que recopila diálogos que ha tenido Gilles Deleuze con diversos periodistas o filósofos, seleccioné un conjunto de párrafos o de partes.

Conversar es la intención, el tema que se sumen y no discutir, dicen Deleuze y Guattari en un párrafo:

“La filosofía no tiene estrictamente nada que ver con las discusiones: ya es suficiente con molestarse en comprender el problema que alguien plantea y cómo lo hace, lo que se precisa es enriquecerlo, variar sus condiciones, añadirle algo o conectarlo con otra cosa, pero nunca discutir... Allí me di cuenta de que la filosofía no requiere únicamente una comprensión filosófica, por conceptos, sino también una comprensión no filosófica, por afectos y preceptos. Los dos aspectos son necesarios. La filosofía mantiene una relación esencial y positiva con la no filosofía: se dirige directamente a no filósofos” (G. Deleuze. “Conversaciones”, Ed. Pretextos, España, 1995. pág. 222).

Si redujéramos nuestra práctica a los conceptos, y a la comprensión sólo filosófica haríamos puntos, no líneas, tendríamos posiciones, pero no generaríamos procesos. Por eso digo que no se nada, porque no comprendo filosofía, sino que también tengo una comprensión no filosófica. Esa es la comprensión que sí tengo, es una comprensión no filosófica, es decir, por afectos y perceptos. En una parte de este libro Deleuze dice: Spinoza no parece un gran filósofo, es muy criticado, es muy denostado, y sin embargo es un gran filósofo, ¿por qué? Porque es un filósofo que permite la comprensión no filosófica de la filosofía, es decir, un ama de casa, una pobre docente universitaria, puede leer Spinoza y no entender nada. Como he leído a Spinoza y no he entendido nada. Pero si sentir muy intensamente al leerlo, y saber que ese sentir intensamente va más allá de Spinoza y de mí, más allá de ese texto, apercibir. Los dos aspectos son necesarios, la filosofía mantiene una relación esencial y positiva con la no filosofía, se dirige directamente a no filósofos. Aventurarse en conversar, es decir, es pensar, es experimentar, implica aceptar transcurrir en un plano que no es solo el de los conceptos. Ahí es donde va la Rizomática...

Vamos a nuestra segunda región, otro color... (pizarrón) Otra región de nuestra meseta: “Arte, Ciencia y Filosofía” y para esto elegí un ejemplo que da Deleuze, que me pareció muy ilustrativo:

“La transformación del panadero. Lo que me interesa son las relaciones entre las artes, la ciencia y la filosofía. No hay privilegio alguno de una de estas disciplinas sobre otra de ellas. Todas son creadoras... El auténtico objeto de la ciencia es crear funciones, el verdadero objeto del arte crear agregados sensibles y el objeto de la filosofía es crear conceptos. A partir de ahí, tomando estos grandes rótulos (función, agregado y concepto), aunque sean esquemáticos, puede plantearse la cuestión de los ecos y las resonancias que se dan entre esas actividades. ¿Cómo es posible que, en líneas completamente diferentes, con ritmos y movimientos de producción totalmente distintos, se produzca el encuentro entre un concepto, un agregado y una función... Otro ejemplo. Hay en la física ciertos fenómenos que me interesan mucho, y que han sido analizados por Prigogine y Stengers, lo que se conoce como “la transformación del panadero”. Tomemos un cuadrado y estirémoslo hasta convertirlo en rectángulo; dividamos después en dos el rectángulo y proyectemos una de sus mitades sobre la otra, volviendo a estirar el cuadrado y, por tanto, modificándolo constantemente: es lo que se hace al masar el pan. Después de un cierto número de transformaciones, dos puntos cualesquiera (no importa cuan próximos estuvieran en el cuadrado original), se encontrarán fatalmente cada uno de ellos en una mitad distinta. Hay todo un cálculo de este tipo de objeto, al que Prigogine, en función de su física probabilística, otorga una extrema importancia... ” (G. Deleuze, “Conversaciones”, Ed. Pretextos, España, 1995., pág. 197 y 198).

Prigogyne fue un Premio nobel, Prigogyne y Stengers. Escriben el tiempo es solo una ilusión. Son quienes reconocen por primera vez en el campo de la física que existe un elemento narrativo primero y primordial que preexiste a cualquier tipo de verdad de la física, etc. Prigogyne dice que previo a cualquier tipo de cálculo, previo hay un sistema simbólico que me provee elementos para ese cálculo, pero siempre es el contexto de un sistema simbólico, un elemento narrativo el juego del azar en la física. Hay otros ejemplos, yo elegí este porque me llamó la atención, hay uno donde utiliza las matemáticas, quizá al que le guste las matemáticas lo va a comprender mejor por ahí.

“La filosofía, el arte y la ciencia mantienen relaciones de mutua resonancia, relaciones de intercambio, pero por razones intrínsecas en cada caso. Unos repercuten en otros en función de su evolución propia. En este sentido, hay que considerar el arte, la ciencia y la filosofía como líneas melódicas ajenas unas a otras, pero que no dejan de interferirse. En este contexto, la filosofía no tiene ningún seudo – primado reflexivo ni, en consecuencia, ninguna inferioridad creativa... ” (G. Deleuze, op. Cit. pág. 199 y 200)

Es decir, vamos a trabajar si es que intentamos hacer algo de rizomática, nosotros que no somos filósofos, difícilmente vamos a crear conceptos, ni acá, ni en la práctica, o no sé, quizá tenemos algún Foucault dando vueltas... Sino también ser un poco filósofos, tomando a los otros filósofos, la ciencia se sirve de la filosofía y del arte, o como el científico Prigogyne se sirvió del arte del amasado del pan.

“Crear conceptos no es menos difícil que crear nuevas combinaciones visuales, sonoras o nuevas funciones científicas. Es preciso comprender que las interferencias de estas líneas no derivan de una vigilancia o de una reflexión mutua. Una disciplina que tuviese por misión seguir un determinado movimiento creativo procedente del exterior estaría abandonando, al hacerlo, toda actitud creativa. Nunca ha sido más importante seguir los pasos del vecino que hacer cada uno sus propios movimientos. Si nadie empieza nadie se mueve. Las interferencias ni siquiera son intercambios: todo tiene lugar mediante regalo y captura.” (G. Deleuze, op. Cit. pág. 199 y 200)

En este caso el panadero le regaló su transformación a Ilya Prigogine.

“....Lo esencial son los intercesores. La creación son los intercesores. Sin ellos no hay obra. Pueden ser personas (para un filósofo, artistas o científicos, filósofos o artistas para un científico), pero también cosas, animales o plantas, como en el caso de Castaneda. Reales o ficticios, animados o inanimados, hay que fabricarse intercesores. Es una serie. Si no podemos formar una serie, aunque sea completamente imaginaria, estamos perdidos. Yo necesito a mis intercesores para expresarme, y ellos no podrían llegar a expresarse sin mí: siempre se trabaja en grupo, incluso aunque sea imperceptible. Tanto más cuando no lo es: Félix Guattari y yo somos intercesores el uno del otro” (G. Deleuze, op cit., pág. 199 y 200).

Les llama intercesores, es lo que nosotros por ahí en nuestra práctica psicológica, social, institucional, intentamos con estos filósofos, Deleuze, Guattari, Nietzsche, Spinoza, Bergson, Freud, sean intercesores en nuestra práctica. Hoy a cuantos trajimos de filósofos famosos...

Nuestra línea va ser la de conectar arte, ciencia y filosofía, es decir, agregados, funciones y conceptos... eso intentaremos.

¿Cómo leer... Rizoma?

Otra de las regiones y preocupaciones es: ¿cómo leer....? A aquellos estudiantes que yo tenía en la lista de direcciones les mandé la inquietud de conformar un Seminario de Pregrado y les pedí sugerencias y algunos decían: “Rizoma no, ya lo leí, es dificilísimo, no me lo vas a hacer leer de nuevo, entonces dije bueno, qué recomiendan estos autores respecto de cómo leerlo. ¿Qué precauciones hay que tener?

Una de las precauciones es:

“El problema del pensamiento contemporáneo es que se ha producido, en nombre del modernismo, un retorno a las abstracciones, al problema de los orígenes (partir de algo o llegar a algo)... sino que a cuestión es más bien esta ¿qué es lo que sucede 'entre'?” (G. Deleuze, Conversaciones, op. Cit. Pág. 193).

A la Rizomática le interesa el “entre” no donde se origina la cuestión, ni adonde va, sino el “entre”.

Otra precaución: el libro, el rizoma de lo que se trata es de saber si funciona, y cómo y para quién. Es una máquina... donde no se trata de releer, como tampoco se trata de entender, lo dice en el texto Rizoma, sino que habrá que hacer otras cosas... Acá nos iríamos a cómo conciben estos autores la lengua. Porque supuestamente nos dijeron que para leer hay que entender las palabras, las proposiciones, las frases, eso implica que algo subyacente hay que ir a pescar a las profundidades y con eso interpretamos. En cambio, ellos le atribuyen un carácter activo de la lengua, que se llama la Pragmática, dicen:

“La pragmática (las circunstancias, los acontecimientos, los actos) se había considerado durante mucho tiempo como el “vertedero” de la lingüística, y sin embargo ahora se torna cada vez más importante, pasando a primer plano el carácter activo de la lengua, en detrimento de las unidades o constantes abstractas del lenguaje... Por ejemplo Roland Barthes (pragmática de un lenguaje intimista)... Serraute (La filosofía y la novela se confunden totalmente), ...Ducrot.... Los temas lingüísticos necesarios para el trabajo son el estatuto de las consignas en el lenguaje, la importancia del discurso indirecto (y la denuncia de la metáfora como procedimiento fastidioso y sin importancia real) y la crítica de las constantes e incluso de las variables lingüísticas en provecho de las zonas de variación continua”. (G. Deleuze, Conversaciones, op. Cit. Pág. 48).

Y que es lo que trabajaremos desde un punto de vista en el caso que nos ocupa. No vamos a estar buscando metáforas. Para esto, utilizaremos Foucault ¿han visto? Arqueología del saber, Vigilar y castigar. Les recomiendo leer una obra de Deleuze que se titula “Foucault”. Es una lectura deleuziana acerca de la obra focaultiana. Por ahí si quieren refrescar podrían ver de este texto la primer parte que se llama del Archivo al Diagrama. El diagrama es el mapa. El Esquizoanálisis trabaja con mapas, con cartografías. Deleuze allí más allá del trabajo meticuloso y respetuoso que hace de los conceptos foucaultianos trabaja los conceptos deleuzianos. La teoría del enunciado para Foucault, donde llama a la filosofía el Arte de la superficie:

“La filosofía como dematología general o arte de las superficies (Libro Lógica el Sentido). En Foucault la superficie se convierte en superficie de inscripción: es el tema del enunciado, al mismo tiempo, no-visible y no-oculto. La arqueología es la constitución de una superficie de inscripción... la superficie no se contrapone a la profundidad (que retorna a la superficie) sino a la interpretación. El método de Foucault, siempre se opuso a los métodos de interpretación. No interpretar jamás, experimentar...” (G. Deleuze, Conversaciones, op. Cit. Pág. 141).

Todo está en la superficie, y la superficie es rizomática... Experimentar, es lo que vamos a tratar de hacer nosotros, con estas lecturas, con estos libros, la experimentación que vamos a hacer es tomar el corpus de este caso con el relato de experiencia de este caso y no vamos a interpretar, no vamos a interpretar nada, vamos a experimentar, ¿qué es experimentar dice este autor? Es pensar, dice:

“Pensar es siempre experimentar, nunca interpretar, pero la experimentación es siempre actual, acerca de lo que emerge, de lo nuevo, lo que se esta formando... La experimentación no es histórica, sino filosófica... no es algo mental: ¿dónde aparecen hoy los gérmenes de un nuevo modo de existencia comunitario o individual? ¿existen en mí tales gérmenes?” (G. Deleuze, Conversaciones, op. Cit. Pág. 171).

Es la pregunta que se hacen estos pensadores desde la experimentación. El filosofo no es reflexivo, es creador.

El Rizoma y sus transformaciones

Vamos a la siguiente región de la meseta de hoy (pizarrón): Rizoma. Entonces, las precauciones sobre cómo leer. Debido a estos comentarios que he tenido acerca de la dificultad del texto, con lo que he dicho ahora por supuesto que ustedes están tranquilísimos, esto de que no se trata de entender el texto Rizoma, ni de releer, sino “hacer otra cosa”. Qué es lo que vamos a hacer, vamos a experimentar. Hay un texto que es el que les recomiendo, se llama “Diálogos entre Claire Parnet y Giles Deleuze”, es un texto de 1977 y son entrevistas, porque he seleccionado esta lectura que creo tienen que hacer previo al texto Rizoma, porque va suavemente hacia allí, Rizoma nace no con el libro Mil Mesetas, constituye la introducción a este libro, sino nace en este texto que se llama Diálogos. En esta entrevista en la cual Deleuze le transmite a Parnet con el cual estaba dialogando, que le intereso muchísimo la novela de Fitzgerald, quien escribe novelas cortas, una de las mesetas del libro Mil Mesetas, se llama “Tres novelas cortas o qué ha pasado"? Uno de los autores que analiza es Fitzgerald y de ahí extrae las tres líneas, la línea que llama de segmentariedad dura, la línea flexible y la línea de fuga. Entonces a partir del análisis de la novela de Fitzgerald, empieza a trabajar este texto, que ha posteriori se constituye como Introducción del libro “Mil Mesetas” (DELEUZE, G. Y GUATTARI, F. Mil Mesetas. Tomo II de Capitalismo y esquizofrenia, Ed. PRE-TEXTOS, Valencia, 1998.), a Rizoma que fue escrito tres años antes.

¿Cuál es el objeto de análisis de la rizomática? Y acá en estos párrafos ellos lo describen perfectamente:

“Trazar un campo de inmanencia, es lo que han hecho los autores de los que me he ocupado (incluso Kant, cuando denuncia el uso trascendente de la síntesis, aunque el se atenga a la experiencia posible y no a la experimentación real). Lo abstracto no explica nada, necesita ser explicado, ...Sólo hay procesos: pueden ser procesos de unificación, de subjetivación, de racionalización, eso es todo. Tales procesos actúan en las multiplicidades concretas, la multiplicidad es el auténtico elemento en el que suceden las cosas. Las multiplicidades son los pobladores del campo de inmanencia, como las tribus que pueblan el desierto, sin que deje por ello de ser un desierto. El plano de inmanencia debe ser construido, cada multiplicidad asignable constituye algo así como una región de ese plano. Todos los procesos se producen en el plano de inmanencia y en una multiplicidad asignable: las unificaciones, subjetivaciones, racionalizaciones o centralizaciones carecen de privilegios, son a menudo un impasse o una obstrucción que impide cruzar la multiplicidad, que impide la prolongación de sus líneas, la producción de novedad... Al invocar una trascendencia se detiene el movimiento para introducir una interpretación en lugar de experimentar... Los procesos son los devenires, los cuales no pueden juzgarse por los resultados que alcanzan, sino por las cualidades de su transcurso y por la potencia de su continuación: es el caso de los devenires-animales o de las individuaciones no subjetivas. Hemos contrapuesto, en este sentido, los rizomas a los árboles, ya que los procesos arborescentes, son los límites provisionales que detienen por un momento al rizoma y su transformación. No hay universales, sólo singularidades. Un concepto no es un universal sino un conjunto de singularidades cada una de las cuales se prolonga hasta las inmediaciones de otra.” (G. Deleuze, Conversaciones, op. Cit. Pág. 231 a 233).

Tareas Concretas

Y otro párrafo que leí donde esta clarito lo que vamos a hacer, ellos dicen:

“Tiendo a pensar las cosas como conjuntos de líneas que hay que separar y que mezclar. No me gustan los puntos, señalar puntos me parece una estupidez. No es que la línea este entre dos puntos, es que el punto es el cruce de varias líneas. La línea no es nunca regular, el punto no es más que la inflexión de la línea. Por otra parte, lo que cuenta no son los principios ni los finales sino el medio. Las cosas y los pensamientos se activan y crecen en el medio, hay que instalarse en ese lugar, pues es ahí donde se produce el pliegue. Por ello, un conjunto multilineal puede implicar un doblez, un cruce o una inflexión que comunique la filosofía, la historia de la filosofía, la historia en sentido estricto, la ciencia, o el arte” (G. Deleuze, Conversaciones, p. Cit. Pág. 254).

Estas lecturas de hoy tienen el sentido de un agregado sensible, de sensibilizarlos para un tipo de lectura en la cual no se trata de entender, tal cual dice en el texto Rizoma, sino que se trata de devenir, de apartar ese plano del concepto, ese plano de la comprensión filosófica, que no consiste en entender abstracciones, sino que a Rizoma hay que leerlo desde las afectaciones, cómo nos atraviesa, cómo intentan conectar esos enunciados con lo que sea, puede ser un pensamiento, un sueño, una fantasía diurna, puede ser un loco, un animal, una situación, puede ser lo que sea. De lo que se trata es de hacer el mapa, hacer el diagrama, una cartografía. La tarea concreta nuestra labor, la que vamos a hacer en relación al caso, es analizar. No entendiendo por esto analizar ni estructuras, ni sistemas, ni posiciones, sino que lo que vamos a analizar son estados mixtos, composiciones, es decir, lo que Foucault llamaba “dispositivos”. No establecer puntos, sino recorrer y desenmarañar líneas: Hacer una cartografía que comporte un Micro-análisis (Foaucault lo llamaba microfísica del poder, Guattari Micro-política del deseo).

“Solo en estas composiciones pueden encontrarse focos de unificación siempre relativos, siempre susceptibles de desanudarse para continuar aún más una línea móvil. No se trata de buscar los orígenes, perdidos o borrados, sino de tomar las cosas allí donde nacen, en el medio, hender las cosas, hender las palabras. No buscar lo eterno, aunque se trata de la eternidad del tiempo, sino la formación de lo nuevo, la emergencia, lo que Foucault llamaba la actualidad... (G. Deleuze, Conversaciones, op. Cit. Pág. 140-141).

Tarea concreta para el próximo encuentro

En suma, esta meseta de hoy, es la de correrse, intentar, hacer un esfuerzo de pensar que todos estos conceptos nos ayuden para aplicarlo a un caso. Tenemos que hacer otra cosa, porque si solamente nos quedamos con la lectura nos va a ser imposible pensar. Vamos a pasar a tener el problema del hombre contemporáneo, que ya lo padecemos todos. Se trata de comprender estos textos no filosóficamente. Esa es la indicación, que comprendamos entre todos esta experiencia de los usuarios de banda ancha de Internet.

Utilizar lo que llamamos fichas, una de las cosas que vamos a utilizar como herramienta, y por otro lado como una preparación, es la de construir, una ficha (una hoja, que tiene un anverso y un reverso), y que nos servirá para la escritura. Estos autores aborrecen los escritos largos y prefieren los escritos cortos, la novela corta. Traigan para la próxima una hoja que contenga además de los datos formales, como si fuera un mapa, el nombre de la meseta: fecha y demás. Lo que tienen que trabajar es la siguiente consigna: ¿para qué puede servir este Seminario en la práctica y en la formación del psicólogo? Recomendaría que ustedes tomen en cuenta para su escritura que hay conceptos, funciones y agregados. Habría tres potencias en el ser: los conceptos, los afectos y los perceptos. La contestación a esta pregunta sería un llamado a no que reflexionemos, sino que pensemos, que experimentemos.

Estudiante 4: ¿qué quiere decir perceptos?

Patricia: Léelo en el libro. Ya lo vas a entender cuando termine el seminario.

“El concepto es lo que impide que el pensamiento sea simplemente una opinión, un parecer, una discusión, una habladuría. Todo concepto es, forzosamente, paradoja..... El concepto comporta otras dos dimensiones, el afecto y el percepto... Los perceptos no son percepciones, son paquetes de sensaciones y relaciones que sobreviven a quienes los experimentan. Los afectos no son sentimientos, son devenires que desbordan a quien los atraviesa (que deviene otro)....... El afecto, el percepto y el concepto son tres potencias inseparables que van del arte a la filosofía y viceversa” (G. Deleuze, op cit., pág. 217 y 218).

El Rizoma, aparte de otras dimensiones, es un sistemas de ideas flexibles. Vamos a intentar, es muy difícil porque, como dirían en la Revista Caras, estamos muy alienados, estamos muy separados de las propias sensaciones. La invitación es que ustedes traten de entender qué sensaciones se han experimentado este 1° de septiembre 2005, 19,30 horas, que sobreviven a quienes lo experimentan. Es decir, no se trata de decir que sensaciones tuve “yo”, no, ese “yo” es un punto, yo tengo que dirigirme a la línea, es decir la pregunta sería: qué sensaciones “se sintieron”, y qué relaciones de sensaciones se eperimentaron, en relación a esta meseta con la práctica y la formación del psicólogo. Otro modo de formularla sería ¿cómo soy afectada? En este acontecimiento que vamos a tratar pensar acerca de él, es decir, vamos a intentar experimentar, esa escritura de ustedes tiene que pasar a ser una experimentación. Esas tres potencias se corresponden con el arte, la ciencia y la filosofía: los conceptos, perceptos y afectos. Estos autores ven estas tres potencias siempre, en cualquier campo de inmanencia, por eso requiere que nosotros trabajemos en esos tres campos, en esas tres dimensiones, que cada una comporta modalidades y elementos y componentes específicos que no tienen que ver uno con el otro, son específicos, son diferentes. Lo que vamos a intentar hacer es desenmarañar eso que esta todo junto, y seguramente tenemos atado en un toco de abstracciones de constantes y vamos a intentar llegar a ver qué pasa en nuestro proceso de aprendizaje, esto que nos resulta tan extraño. Pero cada vez que progresemos en nuestra experimentación nos vamos a sentir mucho más familiarizados. Este pequeño escrito, tienen un espacio físico que es una hoja... ¿cómo soy afectada y cómo afecto a los otros? Si ustedes se van hoy de acá sin entender nada... Objetivo cumplido. Si ustedes se van de acá con una sensación como si no estuvieran caminando sobre el piso, si se van haciendo una especie de windsurf, como en una especie de modulación esta todo perfecto. Y si realizan un escrito corto en el cual puedan ustedes dividirse, disociarse, distinguir, aunque en realidad están todo junto, esas sensaciones, esas afectaciones y esos conceptos. Van a tener que hacer un esfuerzo enorme de disociación de esos planos en ustedes mismos para crear ese escrito.

Estudiante 5: Sobre los afectos y los perceptos puedo llegar a escribir algo, pero sobre los conceptos? No entiendo. De qué conceptos hemos hablado.

Patricia: Hemos hablado de muchos conceptos, como por ejemplo de la comprensión no filosófica... Incluso deben haber desfilado por sus cabezas conceptos que ya conocen... Hasta la próxima.

REDES: EL LENGUAJE DE LOS VÍNCULOS. HACIA LA RECONSTRUCCIÓN Y EL FORTALECIMIENTO DE LA SOCIEDAD CIVIL

Compiladoras: Elina Dabas.

Denise Najmanovich.

Editorial Paidós. Ideas y Perspectivas. Primera Edición. Argentina.1995.

Algunos conceptos de interacción

De concepción del universo como un cosmos mecánico a concepción de islas de estabilidad en un mar de caos.

Los cambios en nuestra forma de concebir la relación humano mundo son el sistema nervioso central de las transformaciones en este fin de la modernidad.

Descartes: Un modo específico de relación entre el hombre como sujeto y el mundo como objeto.

B. Rotman: La concepción mercantil del intercambio.

Galileo: Relación de la abstracción con el mundo de la experiencia.

Hipócrates: Relación armónica propia de la naturaleza de las cosas. La salud como equilibrio armónico.

Modernidad: el universo de la simplicidad, el mundo de la modernidad puede ser entendido como una monumental construcción humana producida a través de sujetos sociales, convencidos de su verdad.

Hoy: El universo visto como una red de interacciones, donde nada puede definirse de manera absolutamente independiente ( efecto mariposa). El individuo es dentro de esta red actúa como nodo. El lenguaje como red multidimensional de los fenómenos lingüísticos. La Comunicación e información como redes informáticas.

Taylorismo: Redes y organizaciones heterárquicas donde el poder circula.

La complejidad: Una nueva manera de pensarnos a nosotros mismos.

Pospositivismo: El conocimiento expresa la relación humano mundo en un lenguaje simbólico producto de la vida cultural y del intercambio con el medio ambiente. Cada cosmovisión, sistema de ideas y creencias, cada paradigma, han nacido de la interacción intelectual, sensorial y afectiva de los seres humanos con el mundo. El sujeto solo adviene como tal en la trama relacional de su sociedad.

El sujeto no es lo dado biológicamente sino lo construido en el intercambio en un medio social humano, en un mundo complejo. Es a través de los vínculos sociales de afecto, de lenguaje, de comportamientos que el sujeto se va autoorganizado. El contexto es el lugar de los intercambios.

La metáfora de la red especialmente la de los flujos variables con desplazamiento de los puntos de encuentro y renovación de las pautas de conexión, se ha mostrado especialmente apto para pensar y construir estas nuevas formas de convivencia que permitan gestar nuevos mundos en los que seamos coprotagonistas coevolucionando gracias al permanente interjuego del encuentro y la diferencia.

QUE ES RED

Johann Klefbeck

  • Cooperación entre diferentes sistemas.

Alejandro Piscitelli

  • Cooperación entre diversos sistemas.
  • Interacción lingüística textual pura.
  • Comunidad de intereses.
  • Espacio social donde nos tele encontramos Espacio social donde nos tele encontramos

Gregorio Franklin Baremblitt

  • Conglomerado de individuos, grupos, organizaciones y movimientos animados por una pura inspiración libertaria y solidaria; auto analítica y autogestiva.

PARA QUE SIRVE LA RED

Elina Dabas

  • Para aprender a autogestionarnos y a cogestionar con el estado y diversas organizaciones, los recursos que cada comunidad necesita.
  • Posibilidad de evaluar logros, analizar obstáculos, generar nuevas alternativas, implementar soluciones.
  • Compartir soluciones para mejorar el trabajo de los otros.
  • Sostener nuestros proyectos de vida.
  • Facilitar el intercambio de lo que las personas construyen diariamente en su cotidianidad.
  • Estimular en cada participante el pensarse a si mismo dentro de una red de relaciones.
  • Generar nuevas redes con nodos mas fuertes.
  • Generar niveles de auto dependencia.
  • Favorecer satisfacción de necesidades.
  • Favorecer organización social descentralizada.
  • Transformar la persona objeto en persona sujeto.
  • Mayor armonización ecológica: Articulación naturaleza-tecnología.

Denise Najmanovich

  • Trascender los límites de las instituciones tradicionales para optimizar la utilización de los recursos de las comunidades, las personas y las organizaciones.
  • Mostrar las modificaciones que las organizaciones tradicionales sufren por la participación de otros sectores.
  • Generan nuevos ambientes perceptivos, estímulos culturales y atmósferas investigativas novedosas.

Alejandro Piscitelli

  • Buscar información sobre cualquier tema.
  • Vender servicios y productos.
  • Mantenerse en contacto.
  • Escribir artículos grupales.
  • Encontrar oportunidades de trabajo.
  • Proveer información de primera mano.
  • Acceder a cualquier información impresa.
  • Vínculo rápido entre clientes y proveedores.
  • Almacenar datos competitivos.
  • Reducción de gastos de viaje.
  • Favorece el tele trabajo: Intercambio de Información.
  • Inventar un nuevo lenguaje para hablar afirmativamente de las regiones no centrales.
  • Reposicionandonos en un juego donde las reglas no las dicten los otros.

Gregorio Franklin Baremblitt

  • Acción como estrategia para encontrar posibilidades. Autogestión.
  • Conservación, propiciamiento y perfeccionamiento de la vida sobre el planeta.

Carlos Sluzki

  • Crea condiciones saludables.
  • Ejercitar las habilidades socializantes.
  • Favorecen la organización de la identidad a través de la mirada y las acciones de los otros.
  • Permite una retroalimentación cotidiana

COMO SE ORGANIZAN LA REDES

Elina Dabas

  • A través de procesos de horizontalización de saberes.
  • Desde los nuevos paradigmas de pensamiento.

Alejandro Piscitelli

  • Desde la aldea global y el crecimiento del desarrollo tecnológico de fin de siglo.
  • A través de videoconferencias, documentos electrónicos compartidos, correo electrónico multimedia tico, clases virtuales, grupos de trabajo on line, círculos de aprendizaje.
  • Redes de pares.
  • Ciudades universitarias electrónicas.
  • Bibliotecas en línea en un espacio compartido.
  • Textos codificados.
  • Sistemas de comunicación.
  • Pasar de la interacción textual a otra multimedia tica ó háptica ( de cuerpo entero y simulación virtual).
  • Teniendo en cuenta la calidad de la interacción.

Gregorio Franklin Baremblitt

  • Desde los riesgos que las afectan
  • A través de la negociación y la confrontación.
  • Revisión crítica de teorías, métodos, técnicas e instrumentos.
  • Reformulando la estructura y el funcionamiento de los dispositivos académicos, científicos – societarios, corporativo-laborales, jurídico-contractuales.
  • Sometiendo a una discusión colectiva, el régimen de prioridades.

Carlos Sluzki

  • Desde la vida cotidiana.